¿Resoluciones de Año Nuevo? Esto no es para mí.
¿Lo conoces?
Perderé 10 kg.
Practicaré algún deporte regularmente.
Aprenderé un nuevo idioma extranjero.
Dejé de fumar.
No voy a comer dulces.
Ahorraré más.
Estos son unos de los más populares propósitos de Año Nuevo.
En general? Cambiaré mi vida diametralmente.
Cómo? Esto no lo sé…
La persona que escribe estos propósitos por lo general no sabe cómo hacerlo. Lo escribe y termina aquí. Algunos van a comprar un abono a algún gimnasio. La primera semana irán allí todos los días, luego cada dos días, hasta que a fines de enero no hay nadie en el gimnasio, excepto los que van regularmente.
Tal persona no tiene ni idea de qué hacer después de haber escrito las resoluciones. Hay un montón de artículos por internet acerca de cómo mantener las resoluciones de año nuevo. Sobre cómo no rendirse en enero. Bah! Incluso hay artículos sobre las resoluciones de Año Nuevo que se puede comenzar a implementar. Esto es para los que deseen escribir algunas resoluciones, pero ni siquiera saben qué. El tío google te lo contará todo.
Te digo: definitivamente NO!
¿Por qué escribir algo que realmente no pretendes implementar? Recuerdo cuando escribí hace décadas y los puse debajo de la almohada “para que se hagan realidad”. Exactamente. Las resoluciones de Año Nuevo deben cumplirse, mágicamente, preferiblemente sin mover ni un dedo.
Te digo: ¡Esto no tiene sentido!
Te digo: planea un año que será el mejor de tu vida.
Aparte de ciertas turbulencias que siempre ocurren, desde el año 2013 tengo el mejor año de mi vida cada año. Te deseo esto también. O mejor dicho, te sugiero que te hagas este año el mejor año de tu vida. Porque tienes la mayor influencia.
¿Cómo hacerlo?
Establece metas anuales. Específicas. Añade un plan de acción a cada objetivo.
“Perderé 10kg”. También puede ser una meta. Si luego escribes:
- Como regularmente: desayuno a las 7.00, II desayuno a las 10.30, almuerzo a las 13.30, merienda a las 16.00 y cena a las 19.00
- Los martes voy al gimnasio (a las 16.30 en el club XYZ)
- Los jueves y sábados voy a la piscina.
- En lugar de galletas, llevo fruta o verdura para comer en el trabajo.
- …
Y así sucesivamente. Pasos y acciones específicos.
Rompe todo por trimestres, por meses. Desarrolla hábitos y compone rituales.
Luego verifica, ¿qué más puedo hacer en mis 24 horas al día para asegurarme que lo haga? No exagera, porque en enero comenzarás a llorar que esto no es posible. Este no es el establecimiento de objetivos sino ponerte al fracaso.
Los objetivos no es solo una cima.
Las metas es el camino hacia ellas. Debes saber exactamente cómo hacerlo. Mágicamente, nadie te disparará con un tirachinas. Comienza a trabajar para tu futuro.
Así que este año, cuando hagas las resoluciones de Año Nuevo, primero lee esta entrada, establece los objetivos y planifica tu año perfecto.
Así será. Te lo deseo.
K.
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