Si creéis que estoy planificando todo … ¡Tenéis razón! ; ) El motivo de esto es muy simple. Si no planifico nada, se sabe que no haré nada. Si no escribo en el calendario, se sabe que no lo recordaré. Gracias a la planificación, mi cabeza no pesa tanto, tengo espacio para pensar en otras cosas y lo que necesito recordar, lo recuerda el papel. Si también queréis aprender a planificar y a hacer más, o simplemente queréis dejar de vivir en un caos completo, os invito a leer esta publicación.

Plan del mes

Recordad que la planificación de un mes debemos crear al final del mes anterior para poder utilizarlo al máximo. Escribir todo en el calendario cuando ya estamos en la mitad del mes puede hacernos olvidar algo. Pero, más vale tarde que nunca, así que disfrutad de lo que podéis planificar, incluso si fuera la última semana.

¿Qué tomar en cuenta?

Cuando creamos un plan del mes, primero debemos escribir todas las fechas importantes: citas, visitas, salidas, cumpleaños de alguien. Gracias a esto, sabremos qué días ya estamos ocupados, ya tenemos cosas predeterminadas por hacer. El calendario también os recordará que debéis felicitarle a alguien, etc. Al escribir todos estos días, sabréis cuánto tiempo os queda realmente para todos los propósitos que os gustaría lograr en un mes determinado.

El listado de objetivos

Una lista de objetivos debe ser un resultado del plan del mes. Debemos tener objetivos generales, ya que la división en pasos más pequeños debe ocurrir al planificar la semana y el día. Entonces, lo primero que debéis hacer es mirar vuestra lista de objetivos anuales y ver cuáles de esos objetivos pueden ocurrir en un mes determinado. Luego escribimos estos objetivos en la lista de objetivos mensuales. Ya hace algún tiempo realice adicionalmente el proyecto de escribir la “Gran Lista de Metas”, así que también la leo todos los meses y compruebo si hay algunos puntos que puedo hacer este mes. El proyecto fue creado por Edyta Zając y es muy motivacional e inspiracional.  Consiste en enumerar todos los objetivos de nuestra vida. Me llevó un par de días pensar en este proyecto, y la lista que creé es increíblemente larga. De vez en cuando la verifico, añado cosas o borro algo.  Ese proyecto nunca se acabará.  ¡Pero! Para ver más información os animo a ver la página web de Edyta. 

De esta manera cada mes tenéis un listado de objetivos. Siempre podéis escribir algo más que no esté en la lista anual, y que sabéis que os gustaría hacer y que podéis hacer este mes. Esta lista debe ser inicialmente una lista muy simple, pero debéis “reescribirla”, teniendo en cuenta las prioridades y la división en categorías (espiritual, intelectual, físico, relacional, financiero o cualquier otra categoría que habéis elegido para vuestros propósitos).

Hay que medir las tareas en las capacidades.

No es más que “medir las fuerzas en las intenciones”, solo adaptado a la cuestión de la planificación y “ligeramente” cambiado; ) Porque lo sabéis ya. El papel aceptará todo. Podéis planificar para un mes: llegar a la cima de una montaña, aprender un idioma extranjero de un nivel a otro o incluso dos y renovar vuestro primer estudio. ¿Es esto posible? Dado que trabajáis, estudiáis, tenéis un niño pequeño que cuidáis todos los días. Hay tres cosas que tenéis que tomar en cuenta durante la creación de esta lista:

1. ¿Cuánto tiempo tenéis cada día para lograr todos los objetivos? Vuestra lista varía si tenéis 2 horas al día o 5.
2. Cambios de motivación. Los días mejor y peores. Cualquier evento que os inspirará o deprimirá, también hay que tener en cuenta que un día en una hora haréis más que el otro en 5 horas. Por eso no es aconsejable planificar en exceso solo cosas con más prioridad.
3. El momento del día. El hecho del momento cuando tenéis tiempo para alcanzar vuestros objetivos tiene un gran impacto, en primer lugar, en el nivel de motivación y, en segundo lugar, en vuestras fuerzas. Después de un día entero en el trabajo o en la universidad, ciertamente no tendréis la fuerza suficiente para lograr más que, por ejemplo, si tenéis el mismo periodo de tiempo por la mañana.

El plan de la semana  

Después de planificar un mes determinado, no hay nada más que hacer que organizar nuestros objetivos semanales. La planificación de la semana hay que hacer el domingo de la semana anterior. El calendario-agenda Optimismo Compartido es uno de los mejores para este propósito. Primero tenéis una sección mensual y ahí los objetivos mensuales, horarios y planificación de comidas.  Luego tenéis la planificación de la semana, cada una en dos páginas y un espacio para el listado de objetivos.  Si ya tenéis todas las fechas y citas importantes en el calendario mensual, ahora es el momento de poner estas fechas específicas en los días de la semana: todo lo que ya habéis acordado: citas, cumpleaños, etc.

Los objetivos semanales

Después de escribir todas las citas, verificad qué objetivos no habéis logrado en la semana anterior y revisad si siguen siendo vuestros objetivos para la próxima semana, si los haréis mucho más tarde o si los dejaréis.  Añadid a estos objetivos de la semana anterior, todos los objetivos mensuales que deseáis o necesitáis alcanzar en una semana determinada. Todos los objetivos grandes tenéis que cortar en pasos más pequeños y ocuparos de uno de ellos la semana que viene.  ¿Quizás lograreis algún objetivo durante varias semanas seguidas?
De esta manera habéis logrado construir un listado de objetivos.

La regla de lápiz y borrador

Durante la planificación, os aconsejo usar no solo bolígrafos, sino sobre todo un lápiz y más tarde, si es necesario, borradores. La planificación debe ayudaros seguir adelante y motivaros.  Es una herramienta que va a pensar para vosotros un poquito y por cierto tiene que recordaros de algunas cosas. Lo que no debe hacer es entristeceros. Por eso, gracias a la planificación con el lápiz siempre podéis borrar algo y escribirlo en un sitio diferente.  Por supuesto, sin exagerar. No se trata de planificar no sé qué grandes cosas y luego borrar la mayoría de todo esto. Es solo en los casos muy especiales.

El plan del día 

El día perfecto empezamos a planificar por la tarde del día anterior.  Basta con solo un momento y no tendremos que despertarnos al día siguiente y correr en el estado de pánico sin saber qué hacer. Primero tenéis que verificar si hay alguna reunión planificada para este día, debéis estar en algún lugar concreto, salir de casa, llamar a alguien. Luego hay que comprobar si habéis cumplido todos los planes del día que ya se termina.  Si no – tenéis que pensar si al día siguiente esto será algo muy importante o urgente y vais a tener que hacerlo como primera cosa después de despertaros.  Ahora hay que mirar la lista que habéis escrito el domingo con el lápiz.  ¿Podéis cumplir todo de la lista? ¿Hay que posponer algo para el día siguiente? Todo lo que tenéis que hacer. Lo único que hay que hacer ahora es escribirlo con el bolígrafo y el plan ya está listo. Si hay demasiado, primero pensad en lo que podéis escribir para otro día, y luego escribid el resto con el bolígrafo. En todo el proceso de planificar el borrador debe ser vuestro amigo. 😊

Prioridad

En la planificación del día, de la semana y del mes, siempre tenéis que tener en cuenta vuestras prioridades.  Con cada plan, con cada objetivo establecido, tened en cuenta todo lo más importante para vosotros. ¿Qué tenéis que hacer como primero? ¿A qué queréis dedicar más tiempo? ¿Cómo queréis que funcione vuestro mes, vuestra semana y vuestro día?

Este tiempo nunca volverá a suceder, nunca será la segunda vez el mismo momento. Depende de vosotros a que apostáis esta vez. Unos prefieren relajarse, otros correr adelante. Unos prefieren un día con el libro, otros pasar el tiempo en las montañas.  Lo más importante es saber en qué grupo queréis estar. Y luego debéis estar felices.

K. 

P.D. Aquí podéis descargar el vocabulario y los que están suscritos al boletín pueden descargar el vocabulario adicional y ahí también hay un poco de teoría sobre el cambio de significado ser/estar.